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Comienza con una salida jugosa y vibrante, donde la frambuesa fresca y dulce se entrelaza con el litchi exótico, aportando una frescura tropical. La grosella negra añade un toque ácido y profundo, creando un trío frutal que despierta los sentidos y evoca la alegría de un día soleado.
En el corazón, la fragancia se transforma en un bouquet floral lujoso. La rosa, con su elegancia clásica, se mezcla con la magnolia, que aporta un toque cremoso y delicado. El benjuí añade una dulzura resinosa, suavizando la intensidad de las flores y creando un equilibrio armonioso.
Finalmente, en la base, el pachulí se despliega con su riqueza terrosa y un suave matiz ámbar. Esta combinación envuelve la fragancia en una calidez sensual y envolvente, dejando una estela que es a la vez sofisticada y memorable.
Es una fragancia que captura la frescura de la fruta y la elegancia de las flores, culminando en una base profunda y seductora que invita a descubrir más.
